Marcelo Jara recuperó su libertad y está cumpliendo prisión domiciliaria. El comunicador habló con Pelusa Rubín sobre la pesadilla que vivió tras las rejas tras ser denunciado por un supuesto caso de abuso.
“Durante ese tiempo que estuve en la comisaría, era un lugar que era para seis personas, pero estábamos entre ocho. No teníamos energía eléctrica, no teníamos baño, nuestras necesidades hacíamos en botellas y si tenías otras necesidades las hacías en una bolsa”, dijo en “Al estilo Pelusa”.
Relató que luego fue trasladado al departamento de Judiciales de la Policía, donde estuvo aislado y su último destino fue Tacumbú.
“Cuando llego me meten en un calabozo para tres personas, estábamos entre 15, yo tenía problemas de salud, hemorragia rectal, asma, problemas hepáticos. Luego me pasaron a admisión, al día siguiente mi señora me visita, entonces me dan la bienvenida, un tipo me hace el gesto del violinista, luego me dice: ‘Hola, preciosa’, entré en desesperación y mi señora lloró”, relató.
Se llevó un tremendo susto, pero luego conoció a personas que lo cuidaron en la cárcel y hasta conversó con el reo que lo amenazó. “Se disculpó al saber mi situación, me dijo que no iba a pasar nada”, comentó.
Trabajar
Marcelo asegura que lo único que pide es que lo dejen trabajar para ayudar a su familia, explicó que consiguió un permiso. “Yo lo perdí todo. Si alguien me da una oportunidad de trabajo yo estoy para trabajar de cualquier cosa, hasta de cuidar autos, necesito mantenerle a mi familia. Vivo de la caridad de mis amigos”, añadió.