Durante los tres días de transmisión televisiva de la visita del papa Francisco en Paraguay, los intérpretes de lengua de señas no tuvieron una tarea fácil; primero porque debieron soportar 43 horas intensas de trabajo, con solo 6 intérpretes, en el que además se encontraron con palabras litúrgicas complicadas y segundo porque no se respeta ni valora aún su labor.
Una de las intérpretes estuvo durante hora y media transmitiendo el discurso de Francisco en el León Condou, cuando por norma internacional se debe rotar con otro compañero cada 30 minutos. Los guardias de seguridad no permitieron el ingreso de un reemplazante.
Laura Riveros, presidenta de la Asociación Nacional de Intérpretes de Lenguas de señas del Paraguay (ANILSPAR), explicó a EXTRA que hubo camarógrafos que los empujaban o pasaban frente a ellos. “Fue una falta de respeto para nosotros, personas sordas había en todos lados, nosotros los intérpretes también estuvimos en los distintos puntos de recorrido del Papa”, lamentó.
Anécdotas
César Martínez, coordinador de la Subcomisión de Discapacidad, comentó que un intérprete se emocionó con las palabras del Papa, pero tuvo que contenerse porque ellos no pueden manifestar sus emociones durante su trabajo.
Por su parte, Laura Riveros contó que cuando el periodista Adrián Cattivelli mencionó la frase “Opus Dei”, debieron ingeniarse para expresarse, “es un trabajo complejo, físico y mental, que hasta el común de los oyentes desconoce”, expresó.