Yo me llamo vip cada vez se pone más candente teniendo en cuenta la calidad artística de los participantes que buscan llegar a ser el doble perfecto de sus ídolos. Pero fuera del escenario se está viviendo otra competencia y tiene que ver con los jurados Carmiña Masi y Fátima Román. Al parecer entre ambas no existe buena onda, eso lo demostró Masi cuando pidió que no se hable más en guaraní para dar pena a los televidentes; ahora contó que su compañera recurre a para dar las devoluciones. Román habló en y señaló que la farandulera tiene que leer más para sacarse la ignorancia. “Me encanta que esté pendiente de mí”, remarcó con sarcasmo.