El coronavirus distanció mucho más a Larissa Riquelme de su amorcito Jonathan Fabbro, que está cumpliendo una condena de 14 años de cárcel en Argentina por el abuso sexual de su ahijada.
Las fronteras se cerraron y la penitenciaría Marcos Paz de Buenos Aires estableció como norma que los reclusos no podrán recibir visitas para evitar la propagación del COVID–19.
Pero afortunadamente para la Novia del Mundial al pelotero le dejan recibir videollamadas y gracias a la tecnología pueden hablar y mantener una relación a distancia.
La conductora de Vive la Tarde compartió a través de su cuenta de Facebook capturas de pantalla de la última conversación que tuvieron, mostrando por primera vez imágenes del exfutbolista en la prisión.
La Novia del Mundial le dedicó un mensajito romántico y de aliento a su novio.
“Muy pronto tus lágrimas no serán de dolor, sino de alguien que ha terminado una crisis y está apunto de recibir un diploma de honor. ¡Cree y haz! No temas, sé valiente. Recupera pausadamente el vigor y el fuego del espíritu. Reserva bien la energía para las batallas importantes, no te desgastes en todos los flancos. Pierde algunas batallas, retrocede lo que te sea necesario, pero mantente firme para la victoria”, le dijo la cuerona.
Atrás quedaron los sofisticados peinados y aritos para Jony, que luce ahora el pelo cortito.
Apoyo familiar
Larissa destacó que a pesar de estar encerrado en la cárcel, Fabbro se mantiene sonriendo. Además, señaló que su familia lo apoya.
“Te amamos, te amo. Qué hermoso fue verte, no sabés cuánto esperábamos este momento, a pesar de todo siempre con una enorme sonrisa, aunque te costaba, por momentos aguantabas, ¡aunque nosotros no! Perdón por ser tan débil por momentos y gracias por demostramos fortaleza. Te amamos mucho”, expresó la modelo.
Antecedentes
La exfigura de Cerro Porteño (y otros equipos) lleva más de dos años tras las rejas, fue arrestado en México y fue extraditado a la Argentina.
En agosto del año pasado la Justicia del vecino país encontró culpable al exfutbolista por abuso con acceso carnal y doblemente agravado por el vínculo.
Fue condenado a 14 años de cárcel por la violación de su propia ahijada desde que tenía tan solo 5 años. Jonathan asegura que es inocente, pero los magistrados afirman que las pruebas y las pericias fueron contundentes.