¡Pende juru! Larissa Riquelme festejó el gol de Ángel Romero ante Argentina y los kurepas más fanáticos comenzaron a insultarla en su cuenta de Twitter.
La cuerona posteó su video muy contenta y los argentinos estallaron diciéndole: “negra barata”, “no te queremos” y un montón de improperios muy fuertes.
Riquelme no le sacó la nalga a la jeringa y salió a enfrentarlos.
“Me muero con cada insulto. ¿Saben por dónde me pasa? Ya lo saben, no se estresen, gente, esto es fútbol, sentimiento, pasión, cada quien festeja los goles de su club o selección, pierdan o ganen voy festejar y eso nadie me lo va a impedir”, tuiteó la cuerona.
Le causa gracia
Lari mencionó que vivió mucho tiempo en el vecino país y hasta participó en el Bailando por un sueño de Marcelo Tinelli.
Señaló que llegó a acostumbrarse a los insultos y asegura que los comentarios ñaña de algunos kurepas ya no le afectan en lo más mínimo. “Me maté de la risa porque los que insultaban parecían que no tienen espejo. Por eso puse ‘esto es fútbol, es pasión’ y cada quien festeja los goles y triunfos de sus equipos. Argentina es conocida por ese tipo de actos y a mí no me afecta”, indicó a EXTRA.
Cábalas
La Novia del Mundial tiene una relación especial con la Albirroja, se hizo famosa en el exterior al viralzarse una foto suya alentando a la selección en el 2010.
Destacó que sigue poniendo el celular entre sus mellizas.
“Para los partidos importantes sigo poniendo mi celular entre mis pechos y tengo otra cábala que es un secreto”, señaló entre risas.
ENOJADÍSIMA
Nathu González también opinó sobre los insultos de los argentinos, lamentó que no sepan perder. “¡Aijuee el shoro de ashaaaa!”, tuiteó.
La periodista comentó a EXTRA que le molestó el tratamiento de los cronistas e hinchas argentinos hacia nuestro compatriota Ángel Romero.
“Solo el mediocre hace lo que ellos están haciendo. Criticar sin fundamento para paliar que la superioridad fue la Albirroja. Ni siquiera es crítica lo de ellos, es saña. Me parece una falta de respeto a la profesionalidad de Ángel”, opinó.