Cansado de que extraños entren a su casa de campo para sacarse fotos, Gabriel Recalde decidió escrachar en las redes sociales a una de ellas.
“Hace un año que se construyó la vivienda y desde entonces tenemos el mismo problema, primero no hicimos caso, pero luego ya entraron dentro y si bien, no había muchos muebles, era invadir nuestra propiedad”, contó el joven a EXTRA.
La quinta está ubicada en el barrio San Francisco de Quyquyhó, Paraguarí, y llama la atención debido a que está hecha de madera. “Nos enteramos que en el pueblo dicen que es una cabaña para alquilar, pero es mentira, es una propiedad privada mía y de mi familia”, aclaró.
La semana pasada nuevamente una vecina, de nombre Silvia B. S. ingresó a la propiedad para tomarse unas fotos, lo que molestó a Gabriel quien la buscó en las redes sociales y le escribió para pedirle que ya no entre más a la cabaña. Pero la respuesta de ella lo dejó más furioso.
“No querés mi tanga”, le dijo Silvia, con un emoji de payaso. Ante esto, el joven realizó un posteo advirtiéndole que ya no entre más.
“Creo que a nadie le gustaría que ingresen desconocidos a su casa sin permiso, ya sea para tomarse fotos o hacer otra cosa”, alegó.
No respeta el cartel
Los propietarios colocaron un cartel que dice “No entrar, propiedad privada”, pero nadie hace caso. Según las informaciones que manejan es que las personas trepan el portón principal y entran a la propiedad a hacer sesiones de fotos y luego postean en sus perfiles.
“No es la única, pero es la que más veces entró y ya no da gusto, lo hace para purear y alzar después las fotos en sus redes”, manifestó el dueño.
Ultimátum
El joven mencionó que aún no presentó denuncia formal contra la mujer para no generar polémica, pero si sigue “saltando” el portón principal sin permiso, no tendrán otra opción que tomar acciones legales
“A mí me pasan fotos de sus publicaciones, que se ve claramente que es mi casa, tanto cuando estaba en construcción, como está pintado ahora. Varias veces ya le advertimos y no entiende”, se quejó.
Sin internet
La propiedad no tiene cámaras de seguridad, debido que en la zona donde está no cuenta aún con acceso a internet por lo que no se puede instalar. “En la casa no está nadie, a veces mis tíos que viven cerca se van y se quedan unos días, pero esta Silvi vive a la entrada de nuestra cuadra y sabe cuándo alguien se va y cuando está vacía, entonces aprovecha y entra sin permiso de nadie”, se quejó.