En medio de lágrimas y con un gran nudo en la garganta, Romina G. (42) pidió ayer a sus padres mudarse de nuevo con ellos luego de casi 20 años de haberse independizado. Por la crisis, perdió su empleo y ya no podía pagar su alquiler.
“Nunca pensé volver a casa a esta edad. El martes no supe cómo decirle a mamá que ya me estaban echando de mi departamento y que hace un mes estoy sin trabajo. Con dolor le tuve que pedir plata de su jubilación para mi flete”, contó a EXTRA la fernandina.
Hugo Sánchez, de Luque, vive una situación parecida. A pesar de que ya es casado y con hijos, tuvo que separarse de su familia y volver a casa de sus papás.
“Mi doña y yo perdimos nuestros trabajos y quedamos sin alquiler. Tenemos tres hijos y tuvimos que separar nuestra familia, ya que ni en casa de mis papás ni en los de ella íbamos a entrar todos”, contó el señor.
Vuelven al interior
Otro hecho que se da por la crisis es que las personas del interior que quedaron sin trabajo en Asunción y Central están volviendo a sus ciudades.
“Ya no hay futuro acá, hay mucha hambre, estamos pasándola muy mal. Nuestra idea es comenzar de cero en mi ciudad, Carapeguá”, dijo Javier Acosta a EXTRA.
Los universitarios que vinieron del interior para estudiar en la capital afirmaron que por la crisis decidieron abandonar su carrera por este año y volver a casa. “Lastimosamente, no tenemos otra que dejar el estudio porque acá ya nos echan de nuestros alquileres y pasamos hambre”, contaron.
Migración
No solo los pobladores del interior vuelven a sus valles por la crisis. Los capitalinos también tomaron como “destino” el interior del país durante la pandemia. Varios comentaron que irán a pasar el resto del año a la casa de algún familiar o amigo. “La crisis está sacudiéndonos más en esta zona, los puestos de trabajo se vieron mucho más afectados y muchísima gente ya está pasando hambre. En el interior al menos hay más trabajo ahora, además hay más probabilidades de subsistencia”, dijo Richard Rojas, de Asunción.