La historia tiene lugar en Santa Rosa del Aguaray, San Pedro, donde Óscar (nombre ficticio), un muchacho menonita, contrató los servicios de una trabajadora sexual.
“Mariana” fue la elegida y ambos partieron hacia un motel. Una vez que estuvieron en la intimidad de la habitación, el joven fue fotografiado por la mujer.
Días después del encuentro, el mundo se le vino encima al cliente, cuando la chica comenzó a exigirle dinero a cambio de no revelar las imágenes. “Sabés que tengo tus fotos y los mensajes: si es que no querés que tus padres se enteren, haceme un giro para mañana y que sea de 1 millón”, le dijo ella.
Temor religioso
Cirilo Cabrera, un comunicador de la zona, brindó más detalles del caso, que fue denunciado en la radio en que trabaja. “El mayor temor que tenía (Óscar) era que sus padres menonitas se enteraran de que él andaba por malos pasos, ya que por su religión no le perdonarían este tipo de actos”, explicó Cabrera.
Añadió que el joven lo llamó desesperado: “Él me dijo que ya no sabía qué iba a hacer, incluso le dio un modelo de celular que cuesta muy caro”, declaró. La última exigencia que hizo Mariana al chico fue la entrega de G.1.000.000, pero él sólo le giró G.100.000. Según el locutor, el muchacho tiene mucha vergüenza para ir a denunciar el hecho ante la Fiscalía y que por eso llamó a la radio.
“La sextorsión es un cibercrimen que consiste en chantajear a las personas con viralizar sus fotos íntimas”, dijo Gunter Krone, de la unidad de Cibercrimen del Ministerio Público. Acotó que las denuncias se reciben con confidencialidad. Teléfono habilitado: (021) 494 658/10.