Tirados uno al lado del otro, en una zona descampada de la misma estancia de donde fueron llevados, hallaron ayer a la tarde los cuerpos sin vida del alemán Helmut Ediger (75) y dos de sus empleados secuestrados.
El menonita y tres de sus trabajadores fueron llevados a la fuerza de su estancia por cuatro hombres encapuchados y armados que entraron a la vivienda a la mañana, en Santaní.
Los otros dos fallecidos fueron identificados como Rolando Díaz González, obrero de la estancia del menó, y Odair Dos Santos, capataz del establecimiento.
El único sobreviviente fue Eder Cordeiro Machado, otro peón del establecimiento ganadero, quien aparentemente huyó de los captores y dio aviso a la Policía sobre el lugar en donde fueron ejecutadas las demás personas.
Según datos, los secuestradores habrían pedido G. 2.000 millones por los tres, pero antes de que se concretara la entrega, los cadáveres fueron hallados. La familia del menonita no dio aún ningún testimonio sobre el hecho. El departamento Antisecuestros de la Policía Nacional investiga si los autores son miembros de alguno de los grupos criminales del norte.