Andrea Celeste Peralta (25) pedía auxilio en medio de la terminal de Ómnibus de Oviedo. Sus gritos escucharon los agentes de la comisaría primera, situada a metros.
“Dos hombres trataban de revisar su bolso. Uno de ellos les dijo lo que pasaba”, dijo el comisario Edelio Loreiro. El joven de 20 años le explicó que solo intentaba recuperar el celu que la mujer le sacó para chantajearle.
La rechazó
Ellos tenían una relación casual y, un día, la chica quiso revisarlo para saber si escribía con otras mujeres. Aunque el muchacho le dijo que no, ella se quedó con el móvil.
“Pasaron los días y él empezó a reclamarle, le dijo que no quería tener una relación sentimental con ella y para obligarle a tener algo, ella se quedó con el celular”, indicó el uniformado.
El muchacho decidió alejarse de ella por insistencia de su mamá. “A la chica se le conoce porque suele venir acá los fines de semana a la discoteca”, refirió Loreiro.
El sábado a eso de las 22:50, el veinteañero le pidió a un amigo que le acompañe a recuperar su teléfono y fue ahí que les agarró la Policía.
Pero grande fue la sorpresa para todos, cuando pillaron que Andrea tenía orden de captura en rebeldía por extorsión.