Dos paraguayas de 27 y 28 años, que habían ido a La Paz, Bolivia, el año pasado para trabajar como domésticas de una familia, fueron rescatadas el martes por la Fiscalía antitrata de personas del vecino país, luego de que constataran que eran obligadas a prostituirse en un burdel de La Paz que se escondía tras la fachada de un supuesto hostal.
Una de las jóvenes manifestó que al principio solo hacían trabajos de limpieza, pero que después de unos meses ya les pidieron tener relaciones sexuales con los clientes para vender más bebidas en el lugar.
La mujer mencionó, además, que ambas no pudieron volver más por el inicio de la cuarentena y que tampoco podían hablar con sus familiares.
El Fiscal Departamental de La Paz, Marco Antonio Cossío informó a un medio boliviano que ya fueron imputados los esposos Jorge G. C.H. y Carlota A.C., por los delitos de Trata de Personas y Proxenetismo.
La pareja administraba el negocio clandestino, donde se presume que las paraguayas fueron explotadas sexualmente.