Analú Jara, de San José de los Arroyos, le pidió a sus padres un terreno en vez de una fiesta de 15 años y ellos le concedieron.
A sus otras dos hermanas menores también les dieron la opción de elegir entre la tradicional fiesta o una propiedad y todas eligieron lo mismo.
“Creo que pasa mucho por lo que tus padres te inculcaron y sobre las experiencias de cómo se sintieron al tener un terreno para construir una casa”, dijo Jara a EXTRA.
Expresó que se sintió con mucha satisfacción que a los 15 años ya tenía un terreno.
“Era un orgullo para mí saber que ya tenía algo que me pertenecía y que podía empezar a cuidar”, añadió.
Por eso hubo un sentimiento de complicidad entre las tres hermanas al comentar en las redes la queja de una joven del por qué gastó tanto en una fiesta con desconocidos.
“Aquí preguntándome por qué a los 15 años no pedí un terreno en vez de darle de comer a 200 personas que ya ni volví a ver”, fue lo que escribió @phraseindirecta.
La mujer abrió el debate y pronto una cantidad de mujeres de todas las edades comentaron y analizaron la idea.
Qué piden
Laura Ruiz Díaz, de Fernando de la Mora, contó que su hija le pidió una pieza por sus 15 años, para poder tener mayor independencia.
“No queremos dejar pasar la fecha, entonces le vamos a hacer unas picadas entre los parientes, son dos opciones económicas”, aseguró.
Destacó que las chicas de hoy piden celulares de alta gama por sus 15 y hasta coches en vez de fiestas. “Todo es exigencia pero como no podés dar todo de una, hay que poner límites”, aseveró.
Repercusiones
“Pedir un terreno fue la mejor decisión, a pesar de que todos me dijeron que haga una fiesta, porque 15 solo se cumple una vez. Mis papás siempre me decían que es mejor un terreno, puedo decir que soy una pequeña parte de esta generación que sí tiene terreno”, dijo Isabel Jara, hermana de Analú Jara.
“Me parece la estupidez más grande del planeta ser pobre, no tener plata para comprar un kilo de carne, y cuando llega el famoso 15 matás una vaca y debés por todos lados. En casa faltaba plata, mirá si voy a despilfarrar para dar el gusto a un montón de gente chusma y mala”, destacó Iris Pedrozo, paraguaya en España.
“No me hicieron ni la fiesta y tampoco me regalaron mi terreno. Con suerte comí un sándwich de milanesa que me preparó mi mamá, una gaseosa (cosa que escasamente tomábamos) porque ‘hendy’. Mi hermana quitó la quiniela y me regaló un celular, fui feliz inmensamente”, refirió Celeste Rivas de Luque.