Angélica se casó y su vida comenzaba a florecer. Atrás quedó todo lo que sufrió con su exnovio. Ni se acordaba de él, hasta que le llegó una notificación judicial.
“Cuando estuve enamorada de mi exnovio, le salí de garante por un préstamo de 18 millones. Después de más de seis años, tuve que hacerme cargo de su cuenta”, dijo.
Angi, como le dicen de cariño, intentó ponerse en contacto con su exnovio, pero él no apareció.
“Me fui a la casa de su abuela, donde él vivía. Pero ni la señora sabía nada de él. Al principio no le conté a mi esposo, porque me caía de la vergüenza, hasta que notó que algo me pasaba y le fui sincera”, señaló la señora.
Angélica ya figuraba en Informconf y, para solucionar el tema, debía de pagar G. 30.000.000.
“Mi esposo me pidió que ya no le busque (al ex) porque claramente no iba a pagar. Él (su marido) sacó un préstamo para salvarme de ese gran problema”, reveló la doña.
Familia y amigos
La firma de codeudor ha generado varias peleas familiares y también ha acabado con grandes amistades.
Cintia reveló que le embargaron parte de su sueldo, durante 10 meses, por salir de garante a su papá.
“Entré en ‘escuelita’ porque finalmente yo tuve que pagar casi el doble de lo que vale esa moto. Y claro que no recuperé ni un guaraní”, dijo.
La empresa que proveyó el vehículo se fue a la quiebra. Otra entidad compró sus deudas, pero no reconoció los pagos que ya había realizado el señor. “A mi papá le faltaba pagar como 4 meses, pero le dijeron que esos pagos no figuraban en el sistema. Él no les pagó más nada y después yo me vi en figurillas”, señaló.
Una señora se metió en cuentas, por ayudar de buena fe a su amigo y compañero de trabajo. El muchacho contó que su casa se quemó y se llenó de cuentas, pero necesitaba con urgencia sacar un módem de Internet. La compañera sacó a su nombre, para ayudarlo. El muchacho pagó 3 meses, luego se hizo el desentendido. Hace poquito, ella tuvo que pagar 1.750.000 por la deuda y para cortar la línea
Economista: “El codeudor no tiene forma de huir”
El economista Ricardo Rodríguez Silvero habló de la importancia de tener pleno conocimiento de la gran responsabilidad que implica firmar un documento de codeudor.
“Los garantes o codeudores tienen que saber que están asumiendo una obligación sumamente peligrosa, en el caso de que el deudor no asuma su responsabilidad de pago. La mayoría de las veces es el codeudor el que termina pagando. Hay que pensar dos o tres veces antes de firmar ese documento”, aconsejó.
La crisis económica generada por la pandemia podría causar una mayor necesidad de encontrar al “buen samaritano” que salga como codeudor.
“Todos los bancos hoy solicitan un garante a la hora de sacar un préstamo, pero también se necesita de uno para adquirir un vehículo o incluso para acceder a un alquiler”, señaló Rodríguez Silvero.
El economista dejó en claro que no hay forma de que el codeudor huya de la responsabilidad de pago. “Es problema del codeudor ver cómo se arregla para recuperar su dinero”, advirtió.