De recorrer por los hoteles de Europa y comprarse ropas de los locales más caros, Micaela R. (21) ahora recorre, pero su barrio para vender pizzas y pagar su alquiler.
Por la pandemia, la joven asuncena perdió toda ayuda económica de su sugar daddy, debido a que su empresa se fue a pique el año pasado.
“Aprendimos con mi amiga a amasar pizza y vendemos dos veces por semana acá cerca de casa”, contó a EXTRA la mujer, quien no está orgullosa de ser “emprendedora” de esta forma.
Micaela comentó que su “papito dulce” no le pasa ni G. 20.000 desde el año pasado, ya que anda cortito de plata. “Me dijo que no hay nada ahora y que por ahora ‘estoy de vacaciones’”, lamentó la joven.
Vende chipas
Elizabeth A. (19), miembro de un sitio exclusivo para pescar a señores platudos, dijo que desde mayo del año pasado “seca verá” con los sponsor.
“De vivir en un hermoso departamento en Carmelitas, ahora vivo en alquiler en la zona del Mercado 4”, indicó la exmantenida.
Mencionó que se maneja gracias a changas temporales de vendedora en el mercado o se dedica a vender chipas cuando “necesita mucho”. Recordó que “en los buenos tiempos” llegó a tener 3 sugar daddys al mismo tiempo.
Bollero
Eduardo O. (23), es otro sugar baby afectado por la pandemia. Relató a EXTRA que ahora vende bollos y trabaja de atención al cliente de una telefonía porque sus sponsors (muchas de ellas doñitas adineradas) ya no tienen plata para regalar. “Siguen tanteándome siempre, pero sin dinero no hay negocio y saben eso,” afirmó el joven.
Cuida a su sponsor
Luz M. (26), de Asunción, contó que de ser la “mimada” de su sugar pasó a ser su “enfermera”, ya que el abuelito viudo de 82 años se contagió de coronavirus y estuvo dos meses con cuidados.
“Ahora apenas me da para mi sueldo, cuando se enfermó le estafaron muchísimos sus socios me dijo”, alegó la mujer.
Una despensa
P. de Fernando de la Mora, contó que tenía un jubilado que le trataba como “reina”, pero ya no pudo salir de su casa, por su edad, y tampoco ya le gira dinero.
“Me pasó un poco de capital para poner una despensa, arreglar mi casa, y manejarme sola hasta que pase el peligro del contagio”, contó.
“No hay plata”
Alberto, un empresario japonés que vive en Asunción, miembro de la página de búsqueda de sugar babies, señaló que “ni para ir a Foz de Iguazu” tiene plata ahora.
“Antes me sobraba la plata, había mucha venta. Podía viajar con varias chicas a Europa o Japón, ahora no hay nada, yo corté con todo”, refirió a la consulta de EXTRA.
Buscan laburo
Enrique López Arce, especialista en empleos, dijo a EXTRA que recibe muchísimos currículums de personas que quedaron sin sponsor durante la pandemia. Mencionó que el problema se dio por el cierre de las discotecas y otros lugares nocturnos, ya no hay levante. A varios les consiguió laburo como vendedores o atención al cliente.