Ya pasó mucho tiempo de la última vez que don Raimundo Zarza recibió una visita de sus tres hijos.
Con 75 años a cuesta, limpiar su casa, ubicada en la ciudad de Itá, se ha vuelto una odisea. Las alimañas se apoderaron de su patio, primero, y luego de su humilde dormitorio.
La ingratitud de sus tres hijos lo dejó piel y hueso, débil, más enfermo. Meses atrás, una vecina lo visitó y ya lo encontró agusanado. Juntaron algunos remedios para curarlo, pero con la crisis, cuidarlo a él es cada vez más difícil, por lo que no tuvo otra opción que acercarse hasta la Defensoría Pública para contar la situación, el lunes último.
Si conocés a algún abuelito en situación vulnerable llamá al (021) 228 918, Unidad de Atención de Adultos Mayores
“Está deshidratado, lleno de piques. Se puede decir que estaba en condiciones infrahumanas. Sin luz, sin agua. Sin comida…”, lamentó Miguel Godoy, Defensor del Pueblo, quien fue personalmente hasta la casa del abuelito para corroborar.
Godoy indicó que la denuncia se hizo en la Comisaría 12ª local y ya pasó a manos de la Fiscalía el caso. Aseguró que su intención no es mandarlos a la cárcel, aunque el delito de la falta del deber del cuidado al anciano puede ir hasta 5 años de privación de libertad, el funcionario indicó que se busca que sus hijos se hagan cargo.
“Dos de sus hijos viven en Fernando de la Mora (Central). Trabajan bien. La otra su hija vive en Buenos Aires (Argentina). Cada vez hay más abandonos”, detalló Godoy.
Solo este año unas 20 personas fueron asistidas por la Defensoría y “solo son las denuncias que recibimos acá”, indicó.
Otro abue enfermo
En otro punto del país, don Antonio Salvador Duarte Villalba (76) lucha con sus últimas fuerzas contra un cáncer. Ayer, fue encontrado postrado en su cama, con una herida lacerante en el cuello, producto de su enfermedad.
“Sus familiares lo han abandonado a su suerte a la espera de una muerte sufrida y lenta”, expresaron los vecinos en un escrito presentado a la Fiscalía de Pedro Juan Caballero.
Hay solo tres hogares de ancianos
Según los reportes del Ministerio de Salud de 2016, 15 abuelitos son abandonados por sus hijos y otros familiares por día. No solo sucede con personas de escasos recursos, sino que se ve en todos los niveles sociales. La Unidad de Atención a personas adultas-mayores del Ministerio tiene solo tres hogares para ancianos: Santo Domingo, que es para varones, el hogar Nuestra Señora de la Asunción, que es para mujeres, y el Gijón Róga, y todos están abarrotados.