Los muchachos ya no aprenden más. A medida que avanza la “cuarentena inteligente”, retrocede el cumplimiento de las medidas sanitarias.
Vecinos del barrio San Francisco de Presidente Franco, Alto Paraná, hartos de los inconscientes, echaron un telefonazo el martes, a la comisaría de la zona, para denunciar que un grupo de personas se encontraba jugando piki vóley.
Ni bien se enteraron de lo sucedido, personal del puesto policial número 6 de la mencionada ciudad, fue a verificar el hecho.
Como alma que lleva el diablo se esparcieron los que se encontraban en la canchita, tras percatarse de la presencia de los intervinientes.
Pero no faltaron los más buches que terminaron detenidos. En total, 8 personas pasaron la noche en el calabozo.
Dos de ellos eran menores de edad, por lo que ayer la fiscala del caso Liliana Duarte, decidió entregarlos a sus padres, no sin antes darles una fuerte amonestación verbal.
Pan de cada día
En contacto con EXTRA, la agente del Ministerio Público contó que procedió a imputar a: Lorenzo Bareiro, Rubén de Jesús Garay, Lauro Aníbal Vázquez, Ricardo Garcete, Carlos Alberto Gómez y Faustino Pinto Ramírez, quienes quedaron a disposición del Juzgado Penal de Garantías. Según Duarte, en su unidad, en menos de un mes, ya cayeron tres casos similares. “En total tengo alrededor de 20 imputados, porque siempre están en grupo. Acá esto ya es una constante”, sentenció la fiscala.