El protagonismo en el acto de inscripción de Arnaldo Samaniego (ANR) como precandidato a senador se lo llevó un seccionalero que se emocionó de más.
Anteayer, tras dedicarle unas palabras a su kavaju, Gabriel Morínigo cedió el micrófono y se lanzó a la pileta ¡con todo y championes!
El colorado, miembro titular de la Seccional 21 de Asunción, dijo que así quiso demostrar su “agradecimiento, fidelidad y hermandad” hacia el exintendente de Asunción, quien se postula por el movimiento Fuerza Republicana del vicepresidente Hugo Velázquez.
“Siempre a través de Arnaldo yo le ayudé a mi comunidad, a mis amigos, porque siempre hay problemitas por ahí, y es el respaldo para mí y en mi zona”, dijo a EXTRA, en expresa referencia a los favores políticos.
Tras su chapuzón se escucharon risas y aplausos de parte de los presentes: “Ellos se quedaron todos duros, no sabían qué decir, fue una cosa espontánea. Me decidí y me tiré”, expresó.
Samaniego le habría llamado después para agradecerle.
El seccionalero de 67 años aseguró que no es de los que va a pechear cargos de director en Itaipú o Yacyretá, pero también dijo: “Sí desearía que el día de mañana le sea útil, por ejemplo, a mi hijo que está grandecito hoy, tiene 25 años”.
Hurrero ya no, dice
Morínigo recordó que en su juventud solía trepar las columnas de la ANDE con el pañuelo rojo en mano para alentar al candidato de turno, pero hoy día rechaza que le llamen “hurrero”.
“En 1973 yo inicié esta carrera política, y hacía yo las hurras, el famoso ‘tres hurras, ¡he, he!’, esa era la hurra del Paraguay, nada más que eso”, expresó.
Señaló que en los últimos años modificó su manera de hacer campaña por los candidatos.
“Yo no soy hurrero, soy un arengador político, y a cualquiera le voy a desafiar por eso. Hoy cambió mi vida, porque soy un presentador. Yo le hablo a la persona, le presento al candidato y hablo por el candidato”, refirió.
Si le tocara, volvería a hacer otras cosas insólitas por sus amigos políticos: “A lo mejor mañana me subo en caballo”, remató