Gloria Acuña, de Ybycuí, se mira angustiada todos los días al espejo ya que sigue sin creer que engordó 10 kilos durante estos 45 días de cuarentena. Ya no le entra su ropa.
Y es que durante el encierro mucha gente optó por usar pijama, buzos cómodos, remeras grandes y gastadas. Hasta que al tratarse de ponerse la ropa de “salir” ni contoneándose de lado a lado o tragando panza se prendía el botón o el cierre.
Gloria (23) culpó a la crisis por su subida de peso. “Ya estoy harta, mi único pasatiempo es ver las noticias y comer encerrada en mi pieza”, acotó.
Al igual que ella, Perla Oviedo, de Fernando de la Mora, dijo que de tener 52 kilos subió a 70 durante el confinamiento.
“La vez pasada tenía que ir al banco y nada me entraba, tuve que comprar de emergencia un camisón para señora”, mencionó la joven.
Los varones pasan por lo mismo. Richard Samaniego se quejó: “Soy guardia de seguridad, igual trabajo, pero subí mucho de peso por comer mal. Pura comida chatarra”.
Jazmín Acuña, modista de Asunción, dijo que desde la semana pasada recibe decenas de pedidos de gente que quiere agrandar su ropa.
“Es por la ansiedad”
Luciano Acosta, psicólogo y nutricionista, señaló que tienen estimado que al menos el 40% de la población ha aumentado de peso durante la cuarentena y que existen casos preocupantes como los niños obesos o los hipertensos o diabéticos que engordaron. “Esto se debe al miedo y a la ansiedad de la crisis que se vive en todo el mundo. Uno se siente amenazado y comienza a comer más de lo recomendado al día”, mencionó.