Con llantos de desesperación, Mónica Dávalos acusó a los médicos del Hospital de Salto del Guairá (Canindeyú) de haber matado a su pequeño de 4 años. Ella había llevado a su hijo el jueves por la tarde por una fractura en el brazo, pero luego de la operación le dijeron que no despertaba de la anestesia y que debía ser trasladado a Asunción. Por el camino, falleció.
“Yo no quería luego que le operen, sino que le pongan un yeso nomás, pero los doctores nos atacaron diciendo que debía ser operado y que compremos los clavos, que vende el propio doctor”, alegó Ramón Arce, papá de la víctima fatal.
La madre, que no paraba de llorar, señaló que ella avisó a los enfermeros de urgencia que su hijo era alérgico, pero que no le hicieron caso. “El anestesista me pidió perdón y me dijo que él se hace responsable y admitió que le puso de más la anestesia, pero cómo yo le voy a perdonar si le mató a mi hijo”, alegó la dolida madre que vive en el barrio 15 de Agosto de Salto del Guairá, Canindeyú.
El cuerpo del niño fue sometido ayer a una autopsia. El forense Pablo Lemir dijo que es muy difícil que la alergia que padecía el chico haya derivado en su muerte. “Los resultados van a estar dentro de 15 días y serán examinados por una Junta Médica. En principio, tenemos un edema cerebral, un paro cardiorrespiratorio y un colapso del pulmón izquierdo”, adelantó el profesional.
Intentamos obtener la versión del hospital, pero el director, Alejandro Ferreira, tenía el celular apagado. Según los medios locales, mañana darán explicaciones de lo que pasó. Por su parte, la Dirección General de Desarrollo de Servicios y Redes de Salud Pública solicitó al hospital regional los antecedentes e informes médicos del caso del menor para la investigación.