La cinta de capitana nunca le pesó y hoy por hoy se ha convertido en todo un emblema para Cerro Porteño. Limpia Fretes, quien se consagró con el Ciclón monarca del Apertura habló del significado especial que tuvo este campeonato marcado por la pandemia.
La líder azulgrana dedicó su logro a las dos personas más especiales que tiene en la vida.
“Ni bien dejamos la copa en barrio Obrero, fui a entregarle mi medalla a mi mamá y a mi papá, porque tenerles a mi lado para mi es mi verdadera consagración”, expresó a EXTRA.
Es así que don Roberto Fretes y doña Graciela Cáceres, viven un momento de ensueño viendo triunfar a su retoña detrás de la caprichosa.
“Mamá es la más fanática, lastimosamente por la pandemia no me pudo acompañar al partido, pero por lo menos esta final me pudieron ver jugar. El salir campeona hizo pasar el trago amargo de la eliminación de Paraguay en la Copa América, es más mi papá ni se acordó del partido de la selección”, añadió.
En cuanto a don Roberto, Limpia contó que tiró por el suelo el mito de que no es posible cambiar de club.
“Detrás de mí, mi papá se hizo hincha de Cerro, al menos en el fútbol femenino, así como toda la familia, donde casi todos son del Olimpia, sin embargo por apoyarme acaban alentando a Cerro cuando juego”, contó.
Histórico
El campeonato en sí fue especial por varias razones, primero porque significó para las chicas el retorno a la actividad oficial y con el hecho histórico de que por primera vez, se jugó la final del torneo femenino en un escenario mítico.
“Hasta ahora no magnifico lo que significa este campeonato ganado, por todos los condimentos, nos quitamos las ganas de volver jugar y por si fuera poco, somos las primeras en dar la vuelta olímpica en el Defensores”, remató. Las azulgranas cerraron un semestre perfecto, ya que se consagraron campeonas de la competencia de manera invicta.