“Después de la farra, la butifarra”; ya pasaron Navidad, Año Nuevo y Reyes Magos, y se viene el enero puku (largo), el de los días con los bolsillos más secos que lengua de loro. Más de uno deberá hacer malabarismo para que le alcancen hasta fin de mes los últimos billetes y monedas de las alcancías.
Otros encontrarán como solución visitar las casas de empeños de su barrio o, de paso, pechear a algún pariente o amigo que tenga más plata.
EXTRA habló con varias personas en las calles de Asunción y en su mayoría tienen a enero como uno de los meses más largos del año, en ganas de cobrar el sueldo.
Caen las ventas
Ña Sofía Jara tiene su puesto de ventas en el corazón del Mercado 4 y ya no se acuerda desde hace cuántos años ofrece sus lechugas, cebollas y otras hortalizas a los “marchantes”.
Ella contó que hay meses donde las ventas caen y otros donde suben, pero que siempre cada año es así en el mercado, para todos los puesteros.
“En enero, bajan un poco las compras y más de uno pide o busca precios para comprar. Por eso nosotros, los vendedores, nos debemos adecuar y usamos estrategias para aguantar en que llegue los buenos días”, reflexionó.
Más tortillas
“La familia debe dejar de lado el asado, la cerveza, las hamburguesas y comer más ricas tortillas con ensaladas”, dijo al tiempo de soltar una carcajada. María Fleitas, otra vendedora, explicó que entre paraguayos siempre va a haber alguien que le pase un billete para la galleta en el enero puku.
Quiniela
Por su parte, el quinielero Juan Carlos Sosa dijo que en enero, muchos pescan para sacar los premios del juego de azar y tratar de tener más dinero junto.
Por su parte, don Andrés Vera, vendedor de mosto, expresó: “Se siente en las ventas, porque no hay escuela y a los niños les gusta lo dulce, por eso no se recauda tanto”. Hay que rebuscarse en conseguir clientes y así sobrevivir. En broma dijo que el secreto es que no hay que ser mujeriego.
