Entre el dolor y la esperanza viven tres familias en los pasillos del Hospital San Pablo, de Asunción.
Perdieron a tres embarazadas a causa del COVID-19 pero los hijos que estaban en camino todavía viven y están en incubadoras.
“Los papás son los que más están por si surge alguna necesidad, al igual que los abuelos”, describió el director del nosocomio, Vicente Acuña.
Uno de ellos nació a las 32 semanas de gestación y dos vinieron al mundo a las 29 semanas.
“Los papás y los abuelos brindan la leche y los pañales. Los medicamentos tenemos todo cubierto”, destacó el profesional de la salud.
El bebé que hace más tiempo está luchando por su vida está desde hace un mes. Los otros dos pequeños están aproximadamente desde hace 15 días.
Banco de leche
Acuña explicó que al principio los recién nacidos reciben el alimento del banco de leche pero cuando crecen necesitan otra que es cubierta por los familiares.
Ellos tienen todas sus esperanzas puestas en estos bebés que significan prácticamente la vida después de la muerte.
“Dentro del dolor que tienen, están peleando para que los bebés salgan y tratamos de ofrecerles todo lo que se pueda para que esto ocurra”, comentó el director.
En el Hospital de San Pablo ya atendieron a 11 embarazadas con cuadros graves de coronavirus desde que empezó la pandemia, de las cuales ocho sobrevivieron y tres fallecieron.
Cómo ayudar
Los interesados pueden acercarse a los papás al centro médico y en persona ofrecerles su ayuda.
“Todos están en terapia intensiva neonatal. Su cuadro es delicado pero están saliendo adelante”, confirmó el director.
Destacó que en estos casos el principal problema es la inmadurez. Los bebés están formados completamente pero los órganos no están bien desarrollados todavía.
Los tres pequeños dieron como resultado COVID negativo cuando les hicieron el hisopado. Esto, a pesar de que sus madres fallecieron a causa de esta enfermedad.
Convierten hospital
El Hospital de Policías de Coronel Oviedo, que estaba casi ocioso, se adecuó para recibir a pacientes con coronavirus.
Esto, atendiendo que los centros médicos del departamento de Caaguazú se encuentran saturados.
“Suman 6 camas de terapia intensiva y 60 de internación. Los recursos humanos corren a cargo de la región sanitaria”, dijo el corresponsal Robert Figueredo, quien alertó que se registra un preocupante aumento de casos.