Desde que los precios de la carne para asado están por los cielos, las parrillas tienen un nuevo integrante de lujo: la alita de pollo.
Miguel Pineda, de Lambaré, es 100% parrillero. Todos los viernes debe asar algo delicioso, pero hace mucho que dejó la costilla y el vacío para días muy especiales. “Elijo las alitas porque son una salida económica, así como la molleja y el corazoncito también”, dijo el señor.
Hay un montón de amantes de las alitas, pero también tiene sus contrarios.
“A mí me gusta cocinar y siempre alzo a mis redes sociales lo que preparo. Algunos me dicen que bajé de nivel, que es asado para pobres. ¡Que se vean los výros que gastan toda su plata en la carne!”, expresó Pineda.
Carlos Estigarribia acompaña las alitas de pollo con muslos o chorizos.
“La carne vacuna está muy cara. Entonces, con los muchachos buscamos abaratar el tercer tiempo. La gente que no sabe cocinar nomás le discrimina a la alita”, expresó.
Pero no solo entre amigos se disfruta de este plato popular, también en familia. “Preparo alitas de pollo tanto en la parrilla como al horno, los chicos se chupan los dedos. Yo los acompaño con unos chorizos y ya está”, apuntó Carmen Amarilla.
Formas de preparar
Carmen recomienda marinar las alitas antes de echarlas a la parrilla.
En un recipiente coloca el jugo de dos limones, sal a gusto, una pizca de pimienta, ajo bien picado y, si está al alcance, una cucharada de miel. Agregar las alitas al recipiente y dejarlas al menos media hora para que tomen sabor. Luego, colocarlas en la parrilla con fuego moderado y retirarlas cuando ambos lados estén bien asados.
Miguel tiene otra forma de condimentarlas. En un recipiente chico pone dos chorros de salsa de soja, ají picante al gusto y una cucharada de mostaza. Cuando las alitas ya están sobre la parrilla, las pinta con la salsa.
Carlos lo hace más simple: solamente les pone sal y, cuando se están dorando, les echa un chorro de cerveza de cualquier tipo. Y vos, ¿ya probaste el asado “volador”?
Precios
Las diferentes marcas ofrecen las alitas de pollo empaquetadas en bandejas. Siempre están disponibles en los congeladores, pero comprar por kilo sale más barato.
La alita fresca cuesta G. 18.000 el kilo. Las empaquetadas vienen en palillos: traen 6 unidades y cuestan G. 17.200.
Si querés acompañar con algo más: el muslo entero de pollo está en oferta a G. 19.600 por kg. La molleja cuesta G. 20.000 el kg., al igual que el corazoncito de pollo.