13 dic. 2024

Hasta 40 millones se gasta por cada enfermo de COVID

Con polladas y hamburgueseadas tratan de juntar plata la gente.

Pasaban los días y Antonio (65) no mejoraba, estuvo aislado en su casa en Tobatí, Cordillera, por un cuadro de COVID-19, pero necesitaba atención médica.

El 2 de enero tuvo que ser internado por una neumonía bilateral grave en el Hospital Nacional de Itauguá en donde estuvo 14 días en terapia intensiva y en coma inducido. En un solo mes, su familia tuvo que gastar alrededor de G. 40 millones.

La historia de don Antonio se hizo viral luego de que su hijo, el doctor Carlos Fabián Cárdenas decidiera contar a través del Twitter la dura batalla de su padre y los malabares que tanto él como sus dos hermanos hicieron para comprar los medicamentos, la mayoría eran caros.

Carlos Fabián relató que en los primeros días de internación no le pidieron mucho, excepto las 6 dosis de Remdesivir (se usa para tratar el coronavirus), cuyo precio unitario ronda los G. 1.500.000. Pero en el séptimo día su salud empeoró y fue ahí donde lo internaron en UTI. La familia tuvo que mover cielo y tierra porque los gastos cada vez eran más. Según el profesional, lo que incluso le dio algo de vergüenza ajena fue comprar medicamentos básicos (ver en la tabla).

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Ilustración

Hacen polladas

“Eso es lo que gasta cualquier persona promedio, hay gente que gasta más, hay gente que no alcanza porque sus familiares no aguantan porque fallecen”, mencionó Carlos Fabián. Así también contó que le tocó conocer a familiares de pacientes que tienen que hacer polladas o hamburgueseadas, ganan G. 3.000.000 y esa plata solo sirve para los gastos hospitalarios de solo dos días. Contó además que tenía que estar sí o sí pendiente a los pedidos de medicamentos que debía comprar en un abrir y cerrar de ojos.

Ya no tiene el virus y saldrá hoy

Carlos Fabián refirió además que durante su estadía por el hospital le tocó conocer a muchas personas que tienen familiares internados por COVID-19. Se preguntó cómo hacen muchos que a penas ganan el sueldo mínimo. “Si llegan a pasar por esto, ¿van a resignarse a dejar morir a su gente? ¿Dónde está el Estado? ¿Por qué permiten que pase esto?”, se lamentó.

Afortunadamente don Antonio salió de terapia hace diez días, no tiene el virus y hoy saldrá de alta.