“Vos no te imaginás lo que es la dictadura”, dijo Esperanza Josefa de Jesús Duarte Ortellado (87). Ella tuvo que huir con su familia de su ciudad, Caazapá, por miedo a que los pyragués (chismosos del Gral. Alfredo Stroessner) les hicieran daño a sus hijos.
En la dictadura habían apresado a su marido por ser febrerista y funcionario público de alto cargo. Le exigieron que se afilie al Partido Colorado, pero él se negó.
“Entonces le llevaron a la comisaría y le torturaron a él y un amigo suyo que no soportó los maltratos y se volvió loco”, dijo Duarte.
Este sería solo el principio de los tormentos que sufrió esta mujer en la más larga dictadura registrada en el continente. Su hijo mayor, Amílcar María Oviedo Duarte, siguió la convicción de su papá y después de estudiar Medicina en Argentina volvió al país y formó parte de una conspiración contra el Rubio.
“Cayó preso el 24 de noviembre de 1974 y desapareció el 21 de septiembre de 1976, en la Primavera Dolorosa. Tenía 24 años”, afirmó. Hoy, 3 de noviembre, se recuerda el cumple de Stroessner, día en que para muchos es aún “fecha feliz”.
“Hasta hoy no puedo escuchar esa fecha, llena de algarabía para algunos y tristeza para otros. No puedo recordar esa fecha con cariño, como soy cristiana no puedo odiar tampoco”, refirió Duarte.
LEAL al dictador
“¿Cuándo es el cumpleaños de Eligio Ayala, de Eusebio Ayala, del Mariscal Estigarribia o de Andrés Rodríguez?”, preguntó por su parte el exdirector de Correos de la dictadura, Manuel Modesto Esquivel.
Afirmó que todo lo que se tiene en el país es obra de Stroessner. Dijo que los atropellos a los Derechos Humanos acontecieron contra personas que “no vinieron con ninguna torta ni con un budín. Vinieron a matar, y se les respondió con la misma medicina nomás”.