10 jun. 2025

“Estiraba mi pantalón para revisar mi ropa interior”

La afectada tuvo que renunciar a su trabajo, después de 13 años.

acoso

La mujer alega que en el Ministerio de la Mujer, no encontró el apoyo que necesitaba. (Foto Ilustración)

Foto Ilustración

Harta de sufrir supuestamente acoso sexual por parte de su jefe, una mujer de 45 años decidió renunciar a su trabajo y buscar ayuda legal.

Liz R. contó a EXTRA que la gota que colmó el vaso fue cuando, su jefe Stephan Toews Giesbrecht, quien es gerente de planta U.A.T de la Cooperativa Chortitzer Ltda. de Loma Plata, Chaco, le agarró a la fuerza y le besó, por lo que ese mismo día renunció.

“Desde hace años vengo aguantando, empezó con caricias en los brazos y en las piernas, luego apoyaba por mí su miembro erecto. Era horrible vivir en ese ambiente, pero no me animaba a denunciar, porque tenía miedo, es una persona con mucho poder dentro de la Cooperativa”, dijo la víctima.

Pasaron los años y los acosos fueron intensificándose, llegando al punto de que su jefe le revisaba hasta la ropa interior.

Liz describió que su uniforme era un pantalón blanco que tenía gomas en la cintura, por lo que le facilitaba al “jefe” pode estirar y mirar su ropa íntima. “Lo hacía cuando yo estaba sentada, todo era rápido y lo hizo como dos veces”, relató.

El pasado 16 de julio, la misma se armó de valor, renunció y fue directo a la comisaría a realizar la denuncia, después de que su jefe le mandó a llamar a su oficina para que le cebe el tereré, pero cuando le pasó la guampa, el hombre le estiró y le besó a la fuerza.

“Lastimosamente yo me quedé sin trabajo y mi acosador está en la empresa tranquilamente”, lamentó.

Otras víctimas

La misma indicó que no es la única acosada dentro de la empresa por el mismo hombre, sino varias mujeres, pero por miedo no dicen nada.

“Frente a mí a una compañera le pegó por la nalga, eso es una falta de respeto, pero todos le tenemos miedo”, alegó.

En su denuncia señala que la empresa estaba al tanto de lo que ocurría y que le pedía “que no haga más esas cosas”. Se calmaba un tiempo y nuevamente se portaba mal.

La joven vino a Asunción para poder asesorarse bien. “Me fui al Ministerio de la Mujer, pero lastimosamente ahí no me hicieron caso, me fui al Ministerio de Trabajo, donde me orientaron mucho mejor, pero tuve que revivir todo lo que pasé”, manifestó.

Ahora Liz tiene miedo de no poder volver a encontrar trabajo en su rubro (control de calidad), ya que la empresa tiene mucho peso dentro del país. La víctima está con tratamientos psicológicos por el trauma del acoso y se adjunta a la denuncia

Está en Asunción donde vino asesorarse, pero deberá volver a Filadelfia para declarar ante la fiscalía. La abogada Eva de Witte la representa en el caso y pidió la imputación por coacción sexual contra el gerente.