Ayer Paraguay alcanzó el récord que ningún país desea: 78 fallecidos por COVID-19 en un día.
El recuento más alto antes del último informe del Ministerio de Salud era del pasado 5 de abril, cuando se reportaron 64 muertes.
El jueves, viernes y sábado de la semana pasada hubo 60, 54 y 51, respectivamente.
Según el reporte oficial de ayer, de las 78 víctimas, 44 eran varones y 34 mujeres, provenientes de Asunción y los departamentos de Caaguazú, Canindeyú, Central, Concepción, Cordillera, Guairá, Itapúa, Ñeembucú, Paraguarí, Presidente Hayes y San Pedro.
Según los datos globales, mueren más hombres que mujeres por COVID-19. En cuanto a las edades, la mayor parte supera los 80 años, con 745 víctimas.
Por otro lado, se procesaron 6.143 muestras, de las cuales 1.547 dieron positivo. De las 2.819 personas internadas, 442 estaban en terapia intensiva.
Comparación
Mirando atrás, hace exactamente un año, el entonces ministro Julio Mazzoleni confirmaba apenas un contagio y tres internados.
Aquel 11 de abril del 2020 no hubo muertes por coronavirus, pero ya estaba la cifra acumulada de seis fallecidos.
Un mes y pico después de haberse dado el primer caso en el país, había 134 positivos y se hablaba ya de los casos “sin nexo”.
Hoy en día, ya todos los contagios son considerados comunitarios.
Colapso
Un año atrás, la población esperaba que el sistema de salud se prepare para aumentar su capacidad de atención.
Sin embargo, hoy los hospitales públicos y privados están colapsados y los enfermos pueden pasar varios días esperando que se libere una cama de terapia, si es que aguantan.
“Hoy la pelea ya es hasta por una silla o sillón en urgencias”, había dicho hace unos días el doctor Roque Silva, director de la XI Región Sanitaria (Central).
Unos 47.637 inmunizados registró Salud hasta el sábado, día en que empezaron a vacunar a los abuelitos de los hogares, sumándose al personal de hospitales. Por cierto, 180.000 vacunas es lo que Paraguay recibió hasta el momento.