Se encuentra en un dulce romance con la red y desde hace un par de partidos es la carta de gol de Francisco Arce. Robert Morales, el niño mimado del barrio cumplió ayer 22 pirulos y fiel a su estilo pidió un regalo muy especial.
No fue un lujoso auto, un departamento chuchi o lo último de la moda en relojes ni nada por el estilo. La Pantera un poco antes de su práctica hizo una llamada hacia el norte y solicitó el obsequio.
Lo que no sabía es que el mandado ya estaba esperándolo. “Yo llegué ayer (martes) a la tarde, estando él en su horario de práctica y ya al término de su entrenamiento me preguntó si iba a venir para su cumple y le dije que estaría viendo si consigo permiso en el trabajo, le mentí porque cuando eso ya había llegado”, relató a EXTRA, Lourdes Benítez, mamá del pelotero.
Todo estaba calculado. Morales abrió la puerta de la casa y encontró dentro el tesoro que había pedido. Su madre se fundió con él en un interminable abrazo. “Él (Robert) nunca pidió ningún regalo, siempre es su deseo que yo pase con él esta fecha tan especial y por eso estoy aquí nuevamente. Su mejor regalo yo se que es mi presencia”, aseguró la mujer, quien llegó a la capital desde Concepción.
Alegría plena
Lourdes contó cómo encontró a su retoño. “Está feliz por el buen momento en su carrera, pero a la vez muy tranquilo”, dijo. Detalló también lo que le cocinó a su futbolista favorito. “Hoy (ayer) almorzamos, strogonof de pollo con arroz blanco y a la noche un asadito”, concluyó.