Cada vez que salta a luz una historia que tiene como protagonistas a los seres mitológicos, otros testimonios nacen y aseguran que es real. Como Lucas Riveros, de Caacupé, que contó que una vez Malavisión se apoderó de su esposa y que le obligó a engañarle con su compadre.
“Le perdoné porque yo veía en sus ojos que no era ella, muchos no me quieren creer, pero era Malavisión, en sus ojos se notaba y a la noche se reía sola. Tuvimos que hacer una limpieza con un médico para que se le fuera el mal espíritu”, recordó.
Justina Villordo, de Carmelo Peralta (Itapúa), comentó que hace unas semanas pilló a Jasy Jatere casi llevándose a dos de sus hijos de 8 y 10 años, en la chacra, donde estaban trabajando.
“Mis hijos se me perdieron en un descuido, les busqué mucho, luego vi a un niño chiquito con ellos a dos kilómetros de donde estaban, corrí como nunca, les alcancé y cuando llegué ya no estaba el niño con ellos. Mis hijos estaban como dormidos, quedé muy asustada”, relató.
Salud mental
El psiquiatra Ricardo Pereira, contó a EXTRA que historias como estas ha oído en su consultorio privado, tanto de Asunción como de Paraguarí. Señaló que en el interior los mitos son usados en la mayoría de los casos para cubrir muchas enfermedades mentales como psicopatía o esquizofrenia de los familiares.
“Recibo a muchos pacientes ya en estado avanzado de problemas mentales. Es entendible que con el miedo, a veces la mente tiende a engañarnos con ilusiones ópticas o ruidos, pero si es constante es porque ya existe un problema mental y debe ser consultado”, explicó.
Lamentó que en vez de darle mayor importancia a estos casos y en vez de asistir a esas personas, los familiares se quedan con la versión de que vio a algún ser mitológico para no asistir más a las terapias.
El doctor refirió que solo él y solo este primer semestre del año, recibió unos 120 casos de personas que dijeron haber visto al Karai Pyhare, el Jasy Jatere, Malavisión o fantasmas.
Pereira indicó que no hay tratamiento único, sino que depende de cada persona, lo principal es detectar qué problemas está teniendo.
“Consejero”: Don Rumildo González, de Concepción, relató que a inicios de la cuarentena vio y habló supuestamente con el Pombero mientras estaba pescado en un arroyo de la zona. “Le vi demasiado bien, yo no le tenía miedo, le dije: ‘tío, protegeme siempre’”. Escuché su voz, era como un bebé. Me dijo que me cuidara de mi vecino, luego de unas semanas me di cuenta que él me estaba robando mi vaca”, contó.
“Protector”: “Cuando yo estaba embarazada, él (Karai Pyhare) me cuidaba mucho. Siempre sentía que tocaba mi panza a la noche, yo le decía que me protegiera mucho de mi marido porque me solía pegar. Durante ese tiempo mi marido estaba muy bueno porque el Pombero le perseguía si quería fallar”, aseguró doña Agripina Coronel de Caaguazú, aunque hace tiempo ya no siente su presencia.