Avelino Saldívar (62) prometió a la Virgen siete años de peregrinación en carreta y lo cumplirá desde este año. En octubre del 2018 estuvo en terapia intensiva durante 22 días por un problema cardiaco. Milagrosamente, salió del hospital vivo pero con secuelas, andaba en silla de ruedas y hecho piel y huesos.
Aún así acompañó a su familia en la tradicional caravana de carretas peregrinantes desde su Yaguarón natal rumbo a Caacupé. Sus familiares le empujaron durante todo el camino y lo llevaron dos veces a visitar la Basílica.
“Este año me recuperé por completo y le agradezco demasiado a la Virgen. Me salieron bien mis estudios”, dijo.
Ya juntan la plata
Su hermana, Felipa Saldívar (67) carneó ayer el chancho más gordo que había para conseguir capital para pagar los gastos del viaje en carreta. “Con esa plata hacemos chipa, sopa y milanesa”, señaló.
Esta es una tarea a la que están abocadas cada una de las familias que saldrán en carreta rumbo a la capital espiritual. Los Saldívar formarán un grupo de 80 personas con otras siete familias vecinas de la compañía Zayas de Yaguarón y saldrán el 3 de diciembre a las 15:00 en ocho carretas estiradas por bueyes. Es un viaje de 16 horas y 35 kilómetros, para llegar el 4 de diciembre a las 7:30.
Carreta, a punto
“Yo ya mandé pintar y renovar los tablones de la carrocería de mi carreta y mandé ajustar los rayos de la rueda”, mencionó el hijo de Felipa, Sebastián Saldívar.
Explicó que dejaron de darles trabajos muy pesados a los bueyes como para que carguen energía para la peregrinación. Así también, se les da ración de doble de pasto.
“En la carreta llevamos nuestra frazada, nuestra olla. Llevamos carpa para quedarnos hasta el 8 de diciembre. Así les damos tiempo a los bueyes para que se recuperen para el retorno”, dijo la hija Olga Saldívar.
También contó que desde hace más de 40 años que participa de la peregrinación. Recordó que en época de sus abuelos el camino era de pura piedra y costaba arribar el cerro.