El film que muestra cómo se montó el esquema de lavado de dinero, tráfico de influencias, sobornos y otros ilícitos, fue estrenada en la plataforma Amazon la semana pasada.
Los productores de la película hablaron sobre los distintos obstáculos que encontraron a la hora de rodar las escenas y una de ellas envuelve a la lujosa sede del deporte rey ubicada en Luque.
Agustín Sacanell y Lucas Rainelli, directivos de la productora Kapow, una de las tres firmas encargadas de la serie, señalaron que la idea fue filmar algunas escenas en nuestro país, pero no les permitieron.
“Pudimos grabar con mucha calma en Chile, en Suiza, en Brasil donde pudimos usar las instalaciones de los estadios más grandes, pero no nos dejaron entrar a Paraguay donde tiene la sede la Conmebol”, explicó Rainelli a telam.com.ar.
Demanda
La serie, de origen chilena de 8 episodios, gira en torno a Sergio Jadue, quien en ese entonces era el presidente de la federación chilena de fútbol (ANFP) y que fue el encargado de revelar a la FBI la manera en cómo funcionaba el “negocio” del balompié. Junto con Jadue aparece además el personaje que encarna a Julio Grondona, mandamás de la época de la Asociación Argentina de Fútbol, como otro de los involucrados en el escándalo.
En ese sentido, Humberto Grondona, hijo del argentino, anunció una demanda millonaria contra Amazon por utilizar sin autorización la imagen de su padre.
Las lujosas fiestas
La serie también revela por qué los dirigentes del fútbol sudamericano eligieron a Luque como sede.
“El edificio de la Conmebol tiene status diplomática, es una embajada que no puede ser allanada y no puede entrar ningún juez, fiscal o policía. Como ningún otro país de la región aceptó semejantes condiciones, tuvieron que trasladarse allí, donde les dieron ese status”, señalaron desde la productora.
La trama de la película fue escrita y dirigida por Armando Bó y según el productor Rainelli, Bó describió de una manera impresionante cómo eran los encuentros en Paraguay.
“El edificio de la Conmebol es un hotel cinco estrellas, un lujo, y Bó retrató muy bien las fiestas que celebraban estos dirigentes que eran dignas de esas que las leyendas les adjudican a los Rolling Stones”, aseguró.