12 dic. 2024

Caso de niña con dos mamás, con final feliz

Pasaron 7 años para volver a tener a su familia.

Manos de mamá e hija entrelazadas ok.jpg

Tiene 11 años, vivió cuatro años con una pareja y tres años en un hogar de abrigo. Ahora duerme con mamá.

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Tan solo cuatro añitos tenía F., cuando la arrebataron de su hogar, en Capiatá.

Luego de llamarle papá y mamá a los que se la llevaron, a sus 11 años, la pequeña por fin pudo volver a su hogar con la mujer que le dio la vida y sus hermanitos.

El 5 de Febrero del 2014 fue el último contacto que F. tuvo con su madre L., en aquella oportunidad la niña quedó al cuidado de una vecina, cuando la mujer volvió del trabajo ya no supo nada de su hija, “desapareció”.

Sin embargo, el 8 de mayo del 2018, cuatro años después, encontraron a la niña.

Fue llevada por tres años a Argentina y la pareja que la tenía regresó con ella a Paraguay, fueron a vivir en la misma ciudad donde nació. Su verdadera mamá nunca se cansó en buscarla, la otra, a quién conoció como madre, también la quería, pero fue una adopción ilegal.

En medio de la disputa de ambas madres, la niña fue llevada a un hogar de abrigo donde vivió por tres años.

La verdadera mamá nunca dejó de visitarla, la quería, luchó por ella, ganó el cariño de su pequeña fue así que el mes pasado, volvió con su mamá biológica.

“En aquella ocasión se realizaron verificaciones socioambientales, pruebas psicológicas y ADN para determinar si había un vínculo biológico con la madre”, refirió Teresita Alvarenga, la defensora pública de la Niñez, quien realizó el trabajo que tuvo un final feliz.

Estaba confundida

Alvarenga dijo además que la niña hizo un pedido de relacionamiento con la pareja que ya fue imputada. “Yo me opuse a eso porque consideré que no era lo correcto, el juzgado hizo lugar al relacionamiento con estas personas, entiendo que fue a pedido de la niña porque tenía cierta confusión”, recordó.

F. quería tener contacto con su madre biológica y también con la pareja.

Cuando el juzgado ordenó el relacionamiento, la defensora procedió a plantear su apelación respecto a la resolución y el Tribunal de apelaciones unánime, hizo lugar a su pedido. Desde ese entones la pequeña solamente se relacionó con la mamá.

Nueva casa

Alvarenga refirió que el único inconveniente que la mamá de F. tenía para llevarla nuevamente a vivir con ella era su situación económica. A raíz de eso, la Defensa Pública solicitó que la mujer sea beneficiaria del programa Tekoporã, también le dieron una casa que está en proceso de construcción.