Con la intención del Gobierno de endurecer las restricciones durante la semana santa como medida desesperada para disminuir los contagios de COVID-19 en el país, surgió el rumor de que esto también se trasladaría al fútbol.
Sin embargo, el Departamento médico de la APF no recibió hasta ayer ninguna información al respecto.
“Antes teníamos línea fluida con la gente del ministerio, ahora estamos esperando respuestas”, mencionó a la 1080 AM, Gerardo Brunstein, encargado de la sanidad del balompié nacional.
La continuidad del Torneo Apertura dependerá exclusivamente de lo que establezca Salud. “Si el Ministerio decide que el fútbol tiene que parar, vamos a apoyar lo que ellos decidan”, adelantó.
De igual manera, Brunstein sentó postura sobre el tema y es de la idea de que la pelota siga rodando.
“No le veo el sentido de suspender el fútbol de primera. Aquí los jugadores están con test, los cuidados en los clubes y cuarentena domiciliaria”, argumentó.
Para el doctor, la eficacia de protocolo de la APF ayudará a no entrar en la misma bolsa de la cuarentena total.
“Después de los inconvenientes que tuvimos, los clubes se pusieron las pilas y hoy el fútbol es un ejemplo, en medio de alta circulación viral tenemos poquísimos casos”, resaltó.
Parate en el ascenso
Según trascendió los que sí se verían afectados por las restricciones serían los clubes Intermedia, Primera B y C que no practicarían por una semana y retomarían sus actividades el 5 de abril.