Doña María Amadid no dejaba de abrazar la foto de su hijo Ramón Raymond Rivas (31), un conocido bailarín de Villarrica, quien falleció víctima de graves quemaduras.
Junto a otros familiares y amigos, la madre llegó ayer hasta la sede de la Fiscalía de de la ciudad para exigir que se esclarezca el caso.
La madre, todavía muy conmovida, pidió justicia y que se le detenga a Germán Espínola (39), pareja de Raymond.
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“Siento en el alma que ese 16 de mayo no le atajé a mi hijo. Ese día, el llegó en bóxer y descalzo a mi casa. ‘Si estaba borracho, Germán me iba a quemar vivo’, me dijo. ‘Cierto es mamá lo que me decías: que un día vas a sacar de ahí mi cadáver’”, recordó las palabras de su hijo.
La señora contó que su hijo le contó que por ese intento de quemarlo lo iba a denunciar y con ayuda de la policía poder sacar sus pertenencias de la casa en donde vivían, pero con incansables llamadas del supuesto agresor, finalmente volvió con su pareja.
El 31 de mayo, el bailarín y su pareja discutieron y Raymond dijo que se iría a la casa de su mamá a lo que Germán le respondió que no podía salir por la restricción horaria. Allí supuestamente se derramó alcohol y se prendió fuego. Lo llevó hasta un sanatorio que queda frente al departamento donde vivían, siempre según las declaraciones de Espínola al comisario Cristhian Cáceres, jefe de Investigación de Delitos de Guairá.
Esta versión no cuadra para la Policía ni para la mamá.
“Entre dos nomás estaban. No le auxilió enseguida. Dejó que se achicharre y le llevó al hospital. Pueden escuchar las llamadas que hizo Germán, tienen todo a mano, pero parece que mi palabra no vale nada, ni la vida de mi hijo”, lamentó.
Después de 21 días de agonía, Raymond falleció. La mamá realizó la denuncia en la Comisaría 3ra. de Asunción, porque su hijo había sido trasladado hasta el Hospital del Quemado. Recordó que en ese lapso, la pareja de su hijo fue en varias ocasiones, pero un día le prohibió que volviera porque la maltrató.
“Me trató de porquería y unas cuantas cosas más. No le quería luego y ahora menos. No hice antes la denuncia porque estaba encima de mi hijo, de aquí para allá. Esperaba que se levantara para que él mismo cuente todo, pero ya no se despertó”, indicó la doña.