11 dic. 2024

UN AMOR QUE NO CONOCE BARRERAS

Bernardo pudo ver a su Olimpia en Para Uno.

Franjeado a carta cabal. De pura cepa. Un franjeado a carta cabal es el señor Bernardo, quien recibió la alegría más grande de su vida. Le llevaron a ver un juego de la “O” en la mismísima “Cuna de Glorias”. ¡Un Campeón!

Dicen que los sueños están para ser cumplidos, que nada es imposible en esta vida. Prueba de esto es la historia de Bernardo, quien lleva prácticamente toda su vida en cama y cuyo máximo anhelo era presenciar un juego del Olimpia en la Cuna de Glorias.

Y decimos “era” porque lo que para él fue una misión bastante difícil, finalmente se cumplió como por arte de magia. El protagonista de nuestra historia vive en el Pequeño Cottolengo y su sueño llegó a oídos de un miembro de la barra franjeada, Mario Loma, quien contó los pormenores de cómo se desarrolló la historia.

“Una amiga voluntaria del hogar Pequeño Cottolengo me contó, hace un tiempo, que ahí había un señor fanático olimpista, que su sueño era ir a Para Uno. Entonces nos pusimos a pensar cómo cumplirle su anhelo. Y para el partido ante General Díaz hablé con la gente de marketing del club y con gusto accedieron a ayudarme”, relató Mario a EXTRA.

EL GRAN DÍA

Don Bernardo fue un invitado de lujo en la casa del Rey de Copas, el domigo pasado, ocasión en que el Decano se impuso al Aviador por la cuenta de 2 a 0.

“El domingo nos organizamos entre amigos y voluntarios del hogar para ir a la cancha. Cuando le contamos su sorpresa, no pudo contener su felicidad y cuando llegamos a la cancha ni qué contar. Al entrar, Diego Barreto nos vio de lejos y se acercó a regalarle su camiseta, en un gran gesto. Casi lloramos todos los que estuvimos a su lado. Con nosotros fueron seis niños también del hogar y estuvimos en preferencia. Creo fue el día más feliz de su vida”, acotó.

Finalmente la alegría fue doble ya que no solo vio a su equipo en vivo, sino que lo hizo viendo ganar a su querido Olimpia. Una historia de película.