Escándalo se armó en el cierre de la sexta fecha del fútbol argentino, con el volante paraguayo de Boca Juniors, Óscar Romero, quien le atendió de lo lindo al mediocampista de Defensa y Justicia, Kevin Gutiérrez.
El segundo tiempo iba por los 54 minutos, Óscar cubría la pelota en la línea del lateral derecho de la Bombonera, asediado por jugadores rivales, tratando de robarle el balón, entre ellos Kevin. Cuando este se le acercó, el compatriota hizo un movimiento brusco de su brazo izquierdo y le dio un codazo de nocaut, dejando al rival en el suelo y ensangrentado, todo frente al juez de línea.
El árbitro pitó la falta, pero curiosamente ni siquiera una amarilla le mostró al paraguayo, que se mantuvo en cancha hasta los 79', en un partido que culminó en un empate sin goles. El VAR tampoco actuó como para avisar al réfere para que observe la “posible tarjeta roja”.