Y un día... el Ciclón volvió a casa. Anoche, Cerro Porteño consiguió derrotar 1 a 0 a Rubio Ñu, en el primer partido oficial disputado en la Nueva Olla, la hermoseada casa azulgrana. Un autogol de Paul Riveros marcó la diferencia en un duelo que fue electrizante de principio a fin.
Ante una buena cantidad de público, fue el equipo de Leonel Álvarez el que llevó los hilos del partido, pero el revoltoso “rubio” de Santísima Trinidad no se amilanó e intentó responder golpe por golpe. Eso sí, la falta de creatividad y profundidad no ayudó a tener más emociones frente a las porterías, atendiendo la propuesta de los dos equipos.
La jugada que marcó el destino del duelo tuvo lugar a los 26 minutos. Paul Riveros regaló un balón en la salida y el Ciclón no perdonó.
Cristian Insaurralde definió, con la portería vacía, pero el propio Riveros llegó a tiempo para que el balón no cruce la línea. Sin embargo, en lugar de alejar a la caprichosa de su arco no hizo otra cosa que anotar un autogol, siendo el primer tanto oficial en la Nueva Olla.
Segundo tiempo
Cerro Porteño siguió ordenado y peleando cada balón a muerte, pero rozó la displicencia a la hora de atacar, por esa razón no consiguió el segundo. Y casi lo pagó caro. En una de las últimas jugadas, Antony Silva realizó la tapada del partido.