A mediados de julio, Cerro Porteño había anunciado la contratación del defensor Carlos Rolón.
Así, el paraguariense, sobrino del entrenador Francisco Arce, pasó a formar parte de la extensa lista de peloteros que se mudaron a la vereda de enfrente, ya que el último club del pelotero fue Olimpia.
En aquel entonces muchísimo se comentó esta contratación, pero no por lo futbolístico, ni por las clásicas bromas que se hacen entre hinchas de distintos bandos, sino por el famoso tatuaje que tiene en la espalda.
Rolón se había mandado dibujar un momento considerado sagrado para él y su mamá. En la parte derecha del “lienzo” se puede ver a doña Balbina Ibarra en una emotiva imagen del momento que el jugador le pidió la bendición antes de salir a jugar su partido número 100 con el Léka. Carlos por supuesto estaba vestido con la casaca del club en el cual jugaba. “Se habla mucho del tatuaje que tengo en la espalda, es algo dedicado a mi mamá y a mi familia. Sé que mucha gente no va a entender”, dijo en su momento el jugador.
Cambios
Días atrás el tatuaje acaparó ya otra vez la atención en redes, porque alzaron una imagen de Rolón compartiendo con un amigo. Estaba de espalda, sin remera y claramente se puede ver que se retocó la pintura. En vez de la franja mandó poner las rayas verticales.
Al toque loperro comenzaron a especular en las redes. “Se tatuó la camiseta de Libertad”, posteó Javier Grance. “Creo que el homenaje es a Guaraní”, tiró Fabiana González. Lo cierto es que una vez más el tatuaje no pasó desapercibido.