Decía una frase de San Fransisco de Asís: “Aquel que trabaja con sus manos, su mente y su corazón, es un artista”, la cual cae perfectamente para describir al orfebre franjeado Raúl Alberto González, dueño del anillo que causa envidia entre los hinchas de la O.
En contacto con EXTRA, el artesano limpeño reveló el motivo por el que empezó a crear sus sortijas con diseños exclusivos.
“Lo hice hace cinco años atrás. Primero era solo para mí, pero luego mis amigos vieron y me pidieron también, por lo que empecé a hacer sobre pedido. El anillo es de plata”, expresó el protagonista.
Comentó que lo hace personalizado y que cada anillo le toma un día entero para terminar, por lo que el costo es de 350.000 guaraníes.
Respecto a su fanatismo hacia el Rey de Copas, Raúl contó que lo heredó del papá guasu.
“Soy olimpista por mi abuelo, Cecilio González. Él murió en el 90’, cuando Olimpia salió campeón de la Libertadores, nosotros dormíamos con él y no aguantó su corazón. En la familia no se permite tener otro club”, relató.
Si bien tiene el corazón franjeado, el artesano no está ajeno a complacer a personas fanáticas de otros equipos.
“Tratamos también siempre de complacer a los amigos de otros clubes. Aunque debo reconocer que no me salen como yo quisiera”, bromeó.
Hace 15 años que se dedica a la orfebrería, profesión en la que se metió estando en Argentina, teniendo a Internet como su mejor maestro.
“Cuando salí del cuartel me fui a Buenos Aires (Argentina) y comencé ahí. Después de 5 años volví y me puse a aprender más por Internet y recorriendo talleres en Luque”, cerró.