Carlos Amarilla marcó la finalización del juego y se concretó la resonante victoria del Sportivo Luqueño, en el Feliciano Cáceres. Los jugadores de Cerro Porteño se retiraron con la cabeza gacha, nerviosos, decaídos y preocupados por dejar a Libertad como líder solitario. Minutos después, el micro del Ciclón salió del estadio y se dirigió hacia la concentración, en Barrio Obrero.
De repente, un tremendo ruido alertó a los pasajeros, pero no fue un simple susto para Carlitos Gamarra, arquero azulgrana, que se llevó la peor parte al ser alcanzado por los vidrios rotos, tras una pedrada. Una vez más, los inadaptados atacaron de manera cobarde y sumaron una nueva mancha a este hermoso deporte.
Fue algo impensado “Luque ganó el partido, nosotros estábamos dolidos, veníamos tranquilos. Pensamos que no iba a pasar nada por eso. Cuando pegó esa piedra por el vidrio me agarró un susto grande”, contó el golero a la 106.9 FM. El médico del club tuvo que auxiliarlo y salvo algunos puntos en la cabeza, Carlos Gamarra Jr. tuvo la fortuna de no sufrir algún daño mayor que pudo haber afectado en mayor medida su integridad.
Por su parte, César “Totte” Cáceres, líder de los Chancholigans, aseguró que los luqueños no fueron responsables del vandálico acto.