Los árbitros de la Asociación Paraguaya de Fútbol se preparan en cuerpo y alma para el torneo Clausura, que inicia la próxima semana. Tanto, que un sacerdote los asiste durante los trabajos de pretemporada, en la Albiróga.
Bajo total encierro y sin recibir visitas, los réferis entrenan por las mañanas y en las tardes reciben capacitaciones. Ayer tuvieron una charla con un padre, luego con un médico y psicólogos.
“La idea es fortalecer al árbitro en todos los aspectos de la persona, en cuerpo, mente, y espíritu. Queremos formar no solo un árbitro sino a una persona”, manifestó Carlos Torres, asesor general de la Dirección de Árbitros.
El exjuez señaló que el objetivo es que la preparación se note en el terreno de juego, a la hora de aplicar las normas, pero por sobre todo, al momento de que el árbitro demuestre que está tratando de hacer bien las cosas.
“Ese aspecto humano no es muy comprensible por parte de dirigentes y de la afición deportiva. Un jugador puede equivocarse o le pueden meter un gol al arquero, pero que el árbitro tenga una mala decisión es incomprensible”, sostuvo Torres, en radio Ñandutí.
Las actividades de preparación iniciaron la semana pasada con fuerte entrenamiento físico. “Los estamos reventando, los estamos masacrando a los pobres árbitros para que puedan rendir en la cancha”, remató Torres, exárbitro insignia FIFA.