El quincho del Olimpia se vistió de gala ayer para la tradicional cena de los campeones de la Libertadores 1979, la primera estrella internacional del Franjeado. A 43 años de aquella hazaña, sus glorias lo recuerdan como si fuera ayer, entre ellos el directivo más laureado del fútbol paraguayo, Osvaldo Domínguez Dibb.
“Formamos parte de la gloria eterna, eso hay que recordarlo siempre. Son logros importantísimos. Historias que escribimos para la eternidad”, expreso don Osvaldo, quien encabezó la ceremonia.
Pero, para que la fiesta y tradición sea completa, reaparecieron los famosos billetes de 100 dólares que el Tigre acostumbraba repartir a sus pupilos y, así como lo hacía en aquella época, en la previa a los partidos, esta vez lo hizo en plena cena.
“Tratamos de disimular un poco la emoción que nos embarga, porque consciente o inconscientemente estamos reviviendo todo lo que vivimos en tantos años juntos”, expresó el exfutbolista Hugo Ricardo Talavera.
“Nuestro querido presidente era un compañero más, era una persona multifacética: era presidente, directivo, amigo y amigo de farra”, tiró igualmente.