Ramón Díaz aprovechó la parada de Filadelfia para bajarse del tren albirrojo debido a la pobre campaña en la Copa América Centenario y a las fuertes críticas de la afición guaraní. Luego de la derrota ante EE. UU, que marcó la eliminación de Paraguay de la competencia continental, el “Monchi” volvió hasta el hotel de concentración y presentó su renuncia indeclinable a su cargo. Robert Harrison, presidente de la APF, decidió aceptar.
Desde que llegó, el 4 de marzo de 2014, el riojano no dejó de destacar su intención de armar un equipo competitivo y que no pare de crecer. En un momento lo logró, devolviendo a Paraguay en los primeros planos del fútbol sudamericano, pero con los últimos resultados en Eliminatorias y el tremendo fiasco en la Copa América Centenario, la efectividad de Ramón cayó por el piso. Díaz se va como el DT menos efectivo entre los que llegaron después de Gerardo Martino, quien dejó la vara bastante alta.
Ni los criticados Francisco Arce, Gerardo Pelusso o el propio Víctor Genes pudieron ser superados en efectividad por el estratega argentino que estaba cobrando unos 170 mil dólares mensuales por dirigir a la Albirroja. “El equipo sigue creciendo, me voy conforme”, aseguró Ramón después de caer eliminado ante el anfitrión; Estados Unidos, pero se ve que ni él se tragó el cuento y tomó el camino que pedía a gritos la afición paraguaya.