Pleno verano en uno de los países más calurosos del mundo, momento ideal para visitar las playas. El clima nos obliga a mostrarnos con poca ropa en muchas ocasiones, y si bien los jóvenes son los que tienen esa filosofía de entrenar “para llegar al verano”, la clave no está solo en la actividad física, sino también en la alimentación.
EXTRA contactó con la licenciada Gladys Núñez, nutricionista y preparadora de atletas, quien nos comentó sobre la necesidad de cuidar nuestro cuerpo, no solo por estética, más bien por salud. “Mucha gente espera hasta un mes antes de la estación calurosa para ponerse en forma, los gimnasios y parques se llenan; pero nada es mágico, todo lleva su tiempo antes de ver resultados”, indicó.
“Los ejercicios no deben ser una moda, tienen que ser un estilo de vida. Llevo 25 años inculcando eso a mis alumnos. Los beneficios de las actividades físicas, aeróbicas y anaeróbicas, acompañadas de una alimentación equilibrada son mucho más que solo estéticos; se logra un organismo más sano: se fortalecen las articulaciones, se tonifican los músculos, se gana fuerza, se queman más calorías porque el metabolismo se mantiene relativamente acelerado, se combate la osteoporosis y otras enfermedades más”, agregó.
EQUILIBRIO, SIEMPRE
Un error común es el sobreentrenamiento, que resulta contraproducente, según la especialista. “Un cuerpo cansado tampoco es saludable. Hay que dar tiempo a los músculos para que puedan reponerse. Basta con una rutina semanal de cuatro a seis sesiones, en donde se trabajen diversos grupos musculares. Lo mismo pasa para los amantes de las actividades aeróbicas”, señaló.
Es común ver a gente trotando con abrigos y fajas, para elevar la temperatura corporal y sudar más, un atentado nefasto para el cuerpo, según Gladys. “Muchos creen que al correr abrigados van a quemar más calorías por el simple hecho de sudar más. El cuerpo suda para mantener su temperatura. La grasa se quema gracias a la actividad física en sí, ya que se utiliza como combustible para poder sobrellevar la exigencia a la que nos sometemos”, aseguró.
Por último, recomendó asesorarse debidamente antes de dietarse o entrenar. “Cada organismo funciona y reacciona de manera distinta, es necesaria la fiscalización de un profesional que pueda orientar de acuerdo a las necesidades o demandas del interesado”, sentenció.
LA EDAD RALENTIZA EL METABOLISMO
Gladys Núñez invitó a las personas adultas a ejercitarse igualmente, ya que con el avance del tiempo, las necesidades físicas son mayores. “La vida sedentaria, propia de nuestros días, juega en contra de nuestro cuerpo. Hay que hacerse de un pequeño hueco en nuestra agenda rutinaria, una hora diaria basta para evitarnos cientos de enfermedades que se pueden prevenir gracias a la actividad física, y una pequeña dieta cada tanto”, concluyó.