Mónica, festejando el gol de Vargas. “Yo estaba sirviendo la gaseosa y cuando se cobró la falta para el tiro libre, bajé mi caja para mirar. Ahí (Claudio Vargas) metió el gol y empecé a gritar y saltar”, contó a EXTRA una emocionada Mónica Cabral, la cocacolera que causó furor ayer en las redes sociales tras ser captada por nuestro reportero gráfico en la celebración del primer gol franjeado en el súperclásico.
La trabajadora reside en el barrio San Vicente de la capital y hace cuatro años que trabaja como vendedora de gaseosas en el Defensores del Chaco.
“No esperábamos que los jugadores y él (Vargas) se fueran a festejar allí el gol (Plateas Vip Albirroja), todo el público se abalanzó y estuvimos muy contentos”, recordó.
“Soy olimpista fanática y siempre trabajo en Gradería Sur, pero justo ese día mi patrona me trasladó a ese sector. Los otros goles los grité más fuerte”, siguió relatando Mónica, cuyo marido también es vendedor de gaseosas en el estadio. Nuestra protagonista agradeció a las personas que hacen posible que ella y su pareja trabajen en el recinto deportivo y reveló cuál es uno de sus principales deseos como hincha del Decano.
“Mi sueño es que un jugador de Olimpia me regale su camiseta, las que tengo son todas truchas”, reconoció.