No solo Santacruz y Salinas la están pasando mal. Rodolfo Gamarra, delantero de Cerro Porteño, se machucó todito mal la rodilla en el último juego ante Boca Juniors por la Sudamericana. Sufrió una rotura de ligamentos cruzados y estará unos seis meses sin poder jugar oficialmente. El dolor de Rodrigo Santacruz se extendió hasta las tripas. Tras forcejear con Carlos Rolón, del Sportivo Luqueño, sintió y escuchó un ¡tras! en su rodilla izquierda. El sufrimiento se reflejó en su cara y a gritos rogaba que el sufrimiento parara. Dos días después se confirmó lo peor: rotura de ligamentos cruzados.
Lesiones como la de Rodrigo son un tanto comunes en el mundo del fútbol. Eso de esquivar patadas y trancazos, tarde o temprano, termina por lastimar -y más- a los gladiadores con taquillas.
“Lo que más extraño es meter los goles”, contó Santacruz quien convirtió 7 tantos en el Clausura, dos de ellos a Olimpia. Su lesión se produjo en la fecha 16 del torneo, el 2 de noviembre. Tardará unos 5 meses en recuperarse. “No estoy viviendo un buen momento ahora pero son cosas de fútbol y hay que superarlas”, agregó.
El pelotero, oriundo de Caaguazú dijo que su lesión evoluciona bien y que todo el día recibe el cuidado de sus familiares. Agregó que esta semana comienza su fase de rehabilitación, con sesiones de fisioterapia.
EXTRAÑA JUGAR
Richard Salinas, zaguero de Olimpia, entiende perfectamente a su colega. El franjeado se fracturó el tobillo en la fecha 14, coincidentemente, también ante el Kure Luque. A Salinas le duele en el alma, más que su tobillo, el hecho de no poder chutar. “Extraño equiparme y pensar en un partido. Todo el tiempo me dan ganas de batallar con los compañeros, extraño el entrenamiento, sobre todo cuando les veo correr y entrenar, pero me mentalizo más en mi recuperación para volver”, indicó. Richard tiene un período de recuperación de 3 meses. Ahora entrena en el gimnasio y hace fisioterapia.