La imagen del defensor Pablo Meza, llorando cuando General Díaz perdió la semana pasada la categoría, se repitió el viernes en Villarrica con los muchachos universitarios.
San Lorenzo estaba a nada de llevarse tres puntos valiosos del Parque gua’i hasta la intervención poco feliz, para ellos, de los jueces. El desahogo de los jugadores post partido conmovió a propios y extraños.
“Fue muy chocante el empate por eso el llanto, hicimos todo el desgaste y en la última jugada nos hacen el gol”, contó a FALG Jourdan Santacruz, uno de los que no contuvo las lágrimas.
Tanta rabia e indignación de los Rayaditos es porque la paridad de Guaireña se produjo luego de un córner no visto por el soplapitos Giancarlos Juliadoza.
“Se escuchó que Nacho (Don) desvió la pelota y se cobró saque de arco. Son cosas que te dan impotencia”, reclamó en la 780 AM, Ignacio Miño, otro que terminó con los ojos llorosos.
Roberto Torres, técnico del Santo, también se plagueó y puso en tela de juicio el nivel de los réferis.
“No tienen los mismos criterios con nosotros. Estando en otro club los árbitros piensan dos tres veces antes de cobrar, yo sé eso porque estuve en un equipo grande. En nuestro país cualquiera puede ser árbitro, vienen se anotan, hacen el curso y está", tiró enojado el Tiburón en la 1080 AM.
Milagro
La única esperanza a la que se aferra San Lorenzo a estas alturas del campeonato para no descender al infierno de la Intermedia, es la de primero ganar cueste lo que cueste en las últimas tres fechas y después rezar para que el 12 de Octubre tropiece en todos sus cotejos. Sería un auténtico milagro.