Cerro Porteño llegaba como favorito con su campaña perfecta, pero Olimpia demostró una vez más ayer que en los clásicos no importa mucho las estadísticas y saboreó una victoria de 2 a 0 en la Nueva Olla tras 41 años.
El profesor franjeado, Julio César Cáceres, lo tenía muy bien estudiado al azulgrana, al que le gusta tener el balón, y lo primero que hizo es quitárselo, ponerlo nervioso con marcas pegajosas y luego fue contundente a la hora de atacar.
A los 8’, Néstor Camacho desactivó la línea defensiva rival con un taco para que Tito Torres suba libre por izquierda y la cruce al medio donde, de atropellada, Alejandro Silva la empujó en la boca del arco y se llenó la garganta de gol.
El Ciclón soplaba tímidamente en sus acciones ofensivas y mientras tanto el Decano de contragolpe casi aumentó la ventaja. A los 35’, Paiva le cedió el segundo tanto a Quintanita que erró el arco y además lo pillaron en offside. Recién a los 38’ el dueño de casa encontró mal parada a la retaguardia decana que descuidó a Beto Espínola por derecha, este envió el centro a la posición de Aquino que solito, con todo el tiempo del mundo, mandó su remate a la Ollita. El Léka era práctico y apeligraba más que su archirrival. A los 43’, Crackmacho colocó otro envío por arriba, Paiva se elevó y conectó con la testa, forzando un manotazo de Jean.
Con la obligación de revertir el resultado y el aliento de su hinchada, el equipo de Chiqui salió a comérselo crudo a la O, sin embargo, a medida que pasaban los minutos y no era capaz de empatar, su adversario se reacomodó y se agazapó para clavarle la estocada letal.
Maravilloso cierre
A los 91’, con un Cerro desesperado, el Chico Díaz perdió un balón en el medio, Fernando Cardozo se llevó la billetera y habilitó con una asistencia magistral a Derlis González que con un tiro esquinado le hizo pagar caro el error al Ciclón sentenciando el superclásico para delirio de los franjeados en barrio ajeno. El Rey le quitó el invicto al puntero y se metió en la lucha en la parte de arriba con un partido menos.