Es sueca, modelo y, pese a estar de novia con un futbolista, casi no entiende nada del deporte rey.
La hermosa Daniela Christiansson fue la primera pareja que formalizó Maxi López tras separarse de la cuerona argentina Wanda Nara y declararle la guerra a su excompañero de equipo, Mauro Icardi.
La diosa europea conoció al actual atacante del Vasco da Gama en Milán, cuando el rubio jugaba en la liga italiana. Desde entonces poco o nada habló con la prensa para conocer intimidades de su relación con la víctima de la “icardiada”, salvo hace poquito, cuando concedió una entrevista al diario O Globo de Brasil.
Ni un pomo
“No me pregunten mucho sobre fútbol, no domino el asunto. Ni sabía quién era Maxi López cuando nos conocimos hace cinco años en Milán”, comenzó revelando la rubiaza. “Al principio pensé que solo le gustaba divertirse con los amigos. Después, entendí la historia. Estaba ante un atleta de verdad”, continuó. Con esto, salió a diferenciarse de las botineras, aclarando que no fue su faceta de futbolista la que la atrajo.
Pese a no estar casados aún, Christiansson admitió que ambos sueñan con formar una familia a futuro. También le bajó que los hinchas del Vasco les suelen gastar bromas por el hecho de que ambos tienen el mismo color de pelo. “Encuentro muy divertida la relación de los fanáticos con los jugadores. Como Maxi y yo somos rubios, a veces hacen bromas: dicen que somos la pareja Barbie. Amo eso”, contó la bellura.
Daniela concedió la nota en un portugués purete, puesto que domina este y otros cinco idiomas. La modelo se adaptó rápidamente al estilo de vida de Río de Janeiro, donde arribó recién en agosto del año pasado. Se la suele ver en algún que otro partido del Vasco para apoyar a Maxi.