En el segundo tiempo, Cerro estaba martillando a full, pero 2 de Mayo se las arregló para contener los avances, bien replegado. A los 55 minutos, Santiago Arzamendia probó de tiro libre, pero su remate de zurda encontró bien parado al golero. El tanteador estaba en blanco.
Allí nomás, se pudrió todo, porque los barras patoteros del Ciclón se pelearon entre ellos mismos y el árbitro paró el juego como para que se calmen las aguas, pero tal cosa no pasó pese a las súplicas de los jugadores del Ciclón a su hinchada.
Sarambí hubo en gradería norte del Defensores, los inadaptados se arrojaron objetos, se moquetearon, hubo corridas, gente que saltaba de las gradas, patadas, ere’eréa.
Luego de 20 minutos, viendo que la bronca se ponía peor y que ni la presencia de cascos azules apaciguó a los vándalos, el réfere y los veedores kuéra decidieron suspender el cotejo.
La APF informó más tarde que el Tribunal Disciplinario de la APF debe decidir hína qué medidas adoptar con relación al partido y a los incidentes. El cotejo estaba igualado 0-0 cuando fue interrumpido.
Querían chutar
“Mas que una VERGÜENZA, es una tristeza todo lo ocurrido. Muchas familias, muchos niños queriendo disfrutar UN LUNES DE SU EQUIPO. Hoy mataron al fútbol y la Verdadera gente no tiene la culpa. ES UNA PENA”, dijo molesto el jugador Juan Iturbe, de gran momento en el Ciclón.
Otro que laló tras lo sucedido fue el arquero. “Una noche para olvidar. Muy triste con lo que pasó hoy. Que Dios bendiga a la gente de bien que estaba alentando, que nada grave tenga pasado a nuestra gente”, posteó Jean Fernandes.
El saldo de heridos a causa de los disturbios fue de tres personas, informó la Policía.